Efectos de las drogas en el embarazo

Efectos de las drogas en el embarazo

Los efectos de las drogas dependen de la intensidad y el tiempo de consumo, y su relación con el embarazo. Pero siempre son perjudiciales, tanto las que son permitidas como las que no.

Los efectos de las drogas en el embarazo dependen de la intensidad y el tiempo de consumo, y su relación con el embarazo. Pero siempre son perjudiciales, tanto las que son permitidas como las que no.

Con respecto a las drogas permitidas, su consumo debe ser suspendido incluso de ser posible antes del embarazo. Las xantinas, café, mate, etc., consumidas en cantidades moderadas a grandes, producirían un bajo peso al nacer y mayores riesgos de parto pretérmino. El tabaco provoca alteraciones en el embarazo, sobre todo bajo peso al nacer, parto pretérmino y complicaciones del parto.

Razones para evitar las drogas en el embarazo

El alcohol se debe suspender por los riesgos de malformaciones de variada entidad y cuantía, de aborto, de complicaciones en el embarazo y en el parto. El alcohol es el principal teratógeno (generador de malformaciones) conocido.

La marihuana, uno de cuyos productos atraviesa la barrera de la placenta y por lo tanto llega al feto, ha demostrado provocar alteraciones del desarrollo psicoafectivo, aunque otros efectos posibles no han sido confirmados.

La cocaína produce retardo intelectual, malformaciones de distintos tipos y síndrome de abstinencia de cocaína al recién nacido. Además, el feto es expuesto a las sustancias por la vasodilatación, es decir, por el ensanchamiento de los vasos sanguíneos y el consecuente aumento de la presión intravascular.

El uso de pasta base ha demostrado efectos adversos en el período embrionario y en el embarazo, pero en nuestro medio no hay estudios rigurosos por el momento, dada la relativa novedad de su uso y la evaluación de sus consecuencias en el embarazo.

En resumen, el uso de drogas ilegales además de afectarte a ti puede afectar tu embarazo en todas las etapas. Éstas te exponen a conductas de riesgo en las que puedes contraer enfermedades infecciosas graves como el VIH y la Hepatitis B o C.

¿Por qué se presenta la infección vaginal en el embarazo?

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH vaginal. Por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias.

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH de la mujer, por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias, es decir, de una infección vaginal en el embarazo.

El embarazo representa un período de cambios para toda mujer. Es una etapa en la que todo se modifica. Desde las variaciones más perceptibles como la ansiedad y el aumento de peso hasta alteraciones del organismo poco conocidas, como las infecciones vaginales.

El papel de las hormonas y la infección vaginal en el embarazo

Durante los 9 meses de gestación, el nivel de hormonas femeninas cambia y afecta directamente al pH del área genital. En lo cotidiano, el pH de la zona vulvar es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo, y se sitúa en un rango de 3.8 a 4.2, con la finalidad de impedir el crecimiento de bacterias.

Durante el embarazo la futura mamá protagoniza diversos cambios hormonales que comprometen directamente la capa protectora ácida. De esta manera, la variación a un pH mayor a 4.2 puede alterar el equilibrio en detrimento de la flora habitual, lo que deja espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer para adquirir infecciones del tracto ginecológico.

Cómo protegerse de una infección vaginal en el embarazo

Es necesario que toda mamá tome cuidados especiales para mantener su zona íntima limpia y protegida durante esta importante etapa de la vida.

Entre las principales recomendaciones se encuentran:

  • Usar ropa interior de algodón.
  • No utilizar ropa muy ajustada o de materiales sintéticos.
  • Lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, sin dejar residuos.
  • Lavar la zona íntima con un jabón especial con pH ácido que limpie, hidrate y ayude a prevenir infecciones del área vulvoperineal.
  • No se recomienda utilizar desodorantes íntimos, talcos, aromatizantes ni sales de baño o burbujas.
  • Evitar traumatismos de la región genital como el rasurado, la depilación o fricción.
  • Si se observan cambios en el flujo vaginal, prurito, ardor o mal olor, no automedicarse y consultar al ginecólogo u obstetra.