29 semanas de embarazo: prepararse para el parto

29 semanas de embarazo: prepararse para el parto

En este momento podrías empezar a trabajar con tu pareja para estar listos en el momento del parto.

En las 29 semanas de embarazo es hora de empezar a trabajar con tu pareja para estar listos en el momento del parto . Una buena idea es comenzar con los masajes perineales (masajes en el periné, que es la piel y músculos que se encuentran entre la vulva y el ano), con el fin de tratar de evitar una episiotomía o desgarro en el proceso.

El masaje perineal se realiza a través del estiramiento gradual de los tejidos vaginales y perineales por un periodo de 36 semanas aproximadamente. Consulta con tu médico sobre este tipo de masajes.

Tu cuerpo en las 29 semanas de embarazo

Tu volumen sanguíneo se multiplicó y tu peso tal vez haya aumentado alrededor de 7 a 9 kg.

Necesitas consumir hierro y calcio para terminar de formar los huesos y la sangre de tu bebé.

Si sientes dolor de espalda al dormir, prueba colocando una almohada entre tus piernas y otra debajo de tu panza.

Por otra parte, tu cuerpo percibe contracciones localizadas y suaves. Estas son aún más frecuentes y en especial se las asocia a cambios en la posición del bebé.

Tu bebé en las 29 semanas de embarazo

¡Parece mentira! pero tu bebe ya alcanza los 35 cm. y pesa prácticamente 1,5 Kg., y sus movimientos se sienten más como presiones que como patadas. El cambio no debe asustarte, lo importante es que lo sientas moverse todos los días.

Sus párpados se abren y cierran respondiendo a cambios en la luz y ensaya apertura y cierre de sus puños, movimientos que son más complejos que los que venía desarrollando hasta ahora.

Puedes observar que sus órganos internos comienzan a funcionar.

Su cerebro controla la temperatura y la respiración para cuando esté listo para salir a la vida.

Además, sus riñones producen orina que es eliminada al líquido amniótico, y su médula ósea produce las células de la sangre.

Tratamos de ser lo más precisos posible, pero teniendo en cuenta que las tasas de crecimiento y desarrollo del embarazo son ocasionalmente diferentes en cada mujer, te recomendamos leer la semana de tu embarazo con un rango de una semana hacia adelante y una semana hacia atrás. Si tienes alguna duda adicional, consulta con tu médico.

¿Por qué se presenta la infección vaginal en el embarazo?

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH vaginal. Por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias.

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH de la mujer, por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias, es decir, de una infección vaginal en el embarazo.

El embarazo representa un período de cambios para toda mujer. Es una etapa en la que todo se modifica. Desde las variaciones más perceptibles como la ansiedad y el aumento de peso hasta alteraciones del organismo poco conocidas, como las infecciones vaginales.

El papel de las hormonas y la infección vaginal en el embarazo

Durante los 9 meses de gestación, el nivel de hormonas femeninas cambia y afecta directamente al pH del área genital. En lo cotidiano, el pH de la zona vulvar es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo, y se sitúa en un rango de 3.8 a 4.2, con la finalidad de impedir el crecimiento de bacterias.

Durante el embarazo la futura mamá protagoniza diversos cambios hormonales que comprometen directamente la capa protectora ácida. De esta manera, la variación a un pH mayor a 4.2 puede alterar el equilibrio en detrimento de la flora habitual, lo que deja espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer para adquirir infecciones del tracto ginecológico.

Cómo protegerse de una infección vaginal en el embarazo

Es necesario que toda mamá tome cuidados especiales para mantener su zona íntima limpia y protegida durante esta importante etapa de la vida.

Entre las principales recomendaciones se encuentran:

  • Usar ropa interior de algodón.
  • No utilizar ropa muy ajustada o de materiales sintéticos.
  • Lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, sin dejar residuos.
  • Lavar la zona íntima con un jabón especial con pH ácido que limpie, hidrate y ayude a prevenir infecciones del área vulvoperineal.
  • No se recomienda utilizar desodorantes íntimos, talcos, aromatizantes ni sales de baño o burbujas.
  • Evitar traumatismos de la región genital como el rasurado, la depilación o fricción.
  • Si se observan cambios en el flujo vaginal, prurito, ardor o mal olor, no automedicarse y consultar al ginecólogo u obstetra.