Las ecografías prenatales

Las ecografías prenatales

En tus controles médicos prenatales tu médico te realizará una serie de ecografías. Son muy útiles para examinar a tu bebé dentro de la panza y controlar su desarrollo.

En tus controles médicos tu médico te realizará una serie de ecografías prenatales que son muy útiles para examinar a tu bebé dentro de la panza y controlar su desarrollo. Generalmente se realizan tres ecografías durante el embarazo, pero tu médico es el que va a decidir cuántas y cuándo las necesitas hacer.

Las ecografías prenatales en el primer trimestre de embarazo

En la primera es donde se confirma la presencia de un bebé (¡o más!), dónde está ubicado, su ritmo cardíaco y además permite estimar el tiempo de la gestación y establecer una fecha aproximada de parto.

Las ecografías prenatales en el segundo trimestre

La segunda ecografía es muy importante porque a esta altura ya se pueden descartar problemas de formación en el bebé. Tu obstetra podrá observar al bebé desde distintos ángulos, confirmando que no haya ningún problema y hasta es posible que te diga su sexo si tú lo quieres saber. También se pueden detectar quistes de ovario, problemas renales, embarazos ectópicos.

Las ecografías prenatales en el tercer trimestre

Es clave para saber la posición del bebé antes del parto y asegurarse de que no tenga el cordón umbilical enredado en él. Es la mejor forma de controlar el crecimiento saludable de tu bebé y preparar el parto de la forma más adecuada para los dos.

Tipos de ecografías prenatales

La ecografía transvaginal, es tu médico quien va a determinar si es necesario utilizarlo. Por lo general se hace al comienzo si tu bebé es muy pequeño porque permite ver todo más nítido y detallado.

La ecografía abdominal es la más usada y se realiza a través de un aparatito que tu médico va a ir pasando sobre tu vientre. Éste, a través de ondas sonoras, va a mostrar la imagen en dos dimensiones de tu bebé.

Gracias a la tecnología ahora también es posible ver a tu bebé en 3ra y 4ta dimensiones. De esta forma puedes ver sus facciones y todo su cuerpito más detalladamente, permitiendo descartar malformaciones.

Este tipo de ecografía tampoco representa ningún riesgo para tu bebé. La puedes realizar en cualquier momento de tu embarazo, pero es recomendable que lo hagas entre el sexto y octavo mes porque allí él está más desarrollado y en mayor movimiento.

Las ecografías no son sólo útiles a nivel médico sino que también te brindan la oportunidad de tener tu primer contacto visual con tu bebé. Puedes escuchar los latidos de su corazón a partir de la sexta o séptima semana de embarazo, ver cómo se mueve, se chupa el dedo o saca la lengua. ¡Ver la primera foto de tu bebé es un momento muy emocionante para ti y tu pareja!

¿Por qué se presenta la infección vaginal en el embarazo?

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH vaginal. Por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias.

Durante los meses de gestación, se producen cambios en el pH de la mujer, por esta razón, los especialistas consideran que es la etapa más vulnerable para la proliferación de bacterias, es decir, de una infección vaginal en el embarazo.

El embarazo representa un período de cambios para toda mujer. Es una etapa en la que todo se modifica. Desde las variaciones más perceptibles como la ansiedad y el aumento de peso hasta alteraciones del organismo poco conocidas, como las infecciones vaginales.

El papel de las hormonas y la infección vaginal en el embarazo

Durante los 9 meses de gestación, el nivel de hormonas femeninas cambia y afecta directamente al pH del área genital. En lo cotidiano, el pH de la zona vulvar es ácido e inferior al de otras partes del cuerpo, y se sitúa en un rango de 3.8 a 4.2, con la finalidad de impedir el crecimiento de bacterias.

Durante el embarazo la futura mamá protagoniza diversos cambios hormonales que comprometen directamente la capa protectora ácida. De esta manera, la variación a un pH mayor a 4.2 puede alterar el equilibrio en detrimento de la flora habitual, lo que deja espacio a la proliferación de gérmenes patógenos. Por esta razón, los 9 meses de gestación representan una de las etapas más vulnerables de la mujer para adquirir infecciones del tracto ginecológico.

Cómo protegerse de una infección vaginal en el embarazo

Es necesario que toda mamá tome cuidados especiales para mantener su zona íntima limpia y protegida durante esta importante etapa de la vida.

Entre las principales recomendaciones se encuentran:

  • Usar ropa interior de algodón.
  • No utilizar ropa muy ajustada o de materiales sintéticos.
  • Lavar la ropa interior con jabón de barra y enjuague, sin dejar residuos.
  • Lavar la zona íntima con un jabón especial con pH ácido que limpie, hidrate y ayude a prevenir infecciones del área vulvoperineal.
  • No se recomienda utilizar desodorantes íntimos, talcos, aromatizantes ni sales de baño o burbujas.
  • Evitar traumatismos de la región genital como el rasurado, la depilación o fricción.
  • Si se observan cambios en el flujo vaginal, prurito, ardor o mal olor, no automedicarse y consultar al ginecólogo u obstetra.